20080430

Marco Antonio Grez, sicólogo y denunciante de la alcaldesa de Renca:

“No accedí a los requerimientos sexuales de la señora alcaldesa... por eso fui despedido”.


La semana pasada dimos a conocer la historia de Marco Antonio Grez, un sicólogo que afirma haber sido despedido de la municipalidad de Renca por no acceder a los requerimientos sexuales de la alcaldesa de esa comuna, la UDI Vicky Barahona. Desde que se supo su historia, en torno a Grez han pasado cosas: la municipalidad dice que su salida del centro de drogodependientes que dirigía ocurrió en medio de acusaciones de abusos sexuales, le rechazaron un recurso de protección y el sicólogo denunció que el esposo y el hijo de la alcaldesa fueron una noche a golpearlo por haber hablado con la prensa. Hoy entregamos la historia de Grez contada por él mismo y las versiones de sus supuestas víctimas, que desmienten cualquier queja en contra del profesional y atribuyen todo a un montaje digitado desde el municipio.


Por Claudio Pizarro. • Foto: Alejandro Olivares.




¿Qué sucedió el jueves pasado en tu consulta?
-Eran alrededor de las 21 horas y llevaba media hora con una paciente, cuando tocaron el timbre. Al observar por el ojo mágico no vi a nadie. Luego abrí la puerta e ingresaron dos familiares directos de la señora alcaldesa de Renca: su esposo Patricio Rubilar y su hijo. Una vez adentro empezaron a agredirme e insultarme a viva voz.

¿Todo por el reportaje que apareció la semana pasada en The Clinic?
-Exacto. Entre todos los insultos me decían que cómo se me ocurría cagarle la vida a la Vicky a través de The Clinic. Me dieron golpes de puño y patadas, mientras me arrinconaban en el baño. Mi paciente pensaba que se trataba de un asalto y se escondió en mi oficina y llamó a carabineros... Lo más probable es que estas personas hayan pensado que yo estaba solo. La verdad es que temí en un momento que sacaran un arma y me mataran. Por suerte existen testigos que vieron todo lo que sucedió.

Patricio Rubilar nos dijo que todo era mentira.
-Esto fue un hecho delictivo y si este señor niega estos sucesos tendrá que dar sus argumentos cuando corresponda al fiscal de turno. Aquí, en el sector hay muchas cámaras de seguridad y el señor Rubilar tendrá que explicar, junto a su hijo, qué estaba haciendo a esa hora en mi consulta.

¿Conocías al señor Rubilar?
-Sí, a mediados de 2006 llegó con su esposa a mi consulta requiriendo mis servicios profesionales. Yo los atendí durante un par de meses.

¿Después de eso fue que la señor Barahona te invitó a trabajar a Renca?
-Claro. Durante varios meses, a través de correos electrónicos, la alcaldesa me invitó a participar de un equipo profesional que requería para inaugurar un centro de rehabilitación para drogodependientes. Yo le agradecí pero, por tiempo, no podía aceptar.

¿Fue insistente?
-Terriblemente. Al punto que llegó a apersonarse en mi consulta con el proyecto del centro en la mano. Finalmente me convenció para que participara en la selección de personal del municipio. Era un trabajo que podía hacer desde mi consulta así que acepté.

¿Siguió insistiendo con el tema del centro?
-Ella me argumentaba que cuando yo la atendí había recobrado la confianza en el ejercicio de la sicología y que por esto consideraba que mi perfil, en términos de compromiso, era el que requería para director del centro.

Hasta ese momento eran solo argumentos profesionales.
-Absolutamente. Una vez me invitó a que fuera a conocer el establecimiento. Ahí me di cuenta que había gente afuera ansiosa por poder internarse. En ese momento, debo reconocer, sucumbí a la idea de poder integrar ese equipo de trabajo y acepté.

¿Imaginabas lo que venía?
-Para nada. Hasta ese momento pensaba que el hecho de que ella estuviera muy presente en el tema era una manera de ejercer su liderazgo. Y me pareció positivo que se involucrara.

¿No me digas que nunca sospechaste de que había algo más?
-Obvio, no soy una persona limítrofe. Evidentemente escuchaba rumores pero más allá de las motivaciones de la señora alcaldesa yo tenía bien claro cuáles eran mis motivaciones y sentía, en el fondo, que lo podía manejar.

¿Hubo algún indicio que te alertó?
-En primer lugar me parecía raro el hecho de tener que participar en cuanto acto realizaba en el municipio y figurar siempre al lado de ella. De hecho una vez, cuando leyeron la cuenta pública en una gran ceremonia, después de participar en una reunión personal en su oficina, salimos y nos estaban esperando con fanfarria, incluso recuerdo que estaba Marlén Olivarí.

¿Nunca pediste explicaciones?
-Sí, claro, le pregunté por qué le parecía tan importante que el fotógrafo me tomara tantas fotografías acompañado de ella. A veces pasábamos horas sacándonos fotos con gente que iba a los actos. La explicación que me dieron era que don Andrés Arenas, el administrador municipal, estaba cansado de besuquear a las personas.

¿Cuándo el asunto se comenzó a pasar de la raya?
-De a poco que se empezó a insinuar explícitamente de manera verbal.

¿Qué te dijo?
-Me comentó que existía una atracción hacia mí que escapaba lo estrictamente profesional.

¿En qué contexto se te declaró?
-Después de un almuerzo-reunión. Por lo general, me invitaba a su oficina a tomar un café. Ahí me dijo lo que sentía. En el primer momento que lo manifestó abiertamente le dije que había aceptado participar en el proyecto bajo ciertas condiciones y que éstas eran estrictamente profesionales por lo tanto iba a presentar mi renuncia.

¿Y qué hizo ella?
-Lloró delante mío, muchísimo, y me prometió que nunca más se iba a referir a eso. Incluso juró por personas importantes en su vida que no me iba a continuar hostigando. Ahí nos dimos un mes como dos personas adultas abiertas al diálogo.

¿Y lo cumplió?
-Si el acuerdo no se respetaba, ella aceptaría mi renuncia.

ESPAÑA
¿Qué sucedió después?
-En mayo me invitó a un viaje a España.

¿Con los antecedentes que manejabas no tuviste suspicacias?
-El tema ya se había conversado. Además, el viaje no fue una invitación personal de la alcaldesa hacia mí sino que fue aprobado por el concejo. Mi participación, según me contó, era para que yo me empapara de las experiencias de drogodependencia en Madrid para intentar replicarlas en Renca. Y, considerando que se habían respetado los acuerdos, acepté.

Mmmmmm...
-No tenía mayores alternativas, ella era mi jefa y tenía que acatar.

¿Qué sucedió?
-El día del viaje llegué al municipio con mis maletas y me di cuenta que sólo iban a viajar tres personas: la alcaldesa, el administrador municipal y yo. Los demás llegarían después. Eso pareció raro, incómodo. Ahi olfatié que había una cuestión extraña. No soy ningún imbécil.

¿O sea?
-Me di cuenta del infierno que se me venía. De hecho en el avión me fui sentado al lado de ella y don Andrés Arenas lo sentaron bastante más atrás. La señora alcaldesa me dijo que era porque roncaba mucho.

¿Y al llegar a España hubo alguna otra sorpresita?
-La habitación mía estaba contigua a la habitación de la señora alcaldesa y la de Andrés Arenas estaba ubicada en otro pasillo bastente distante del nuestro.

Desde un principio el asunto no se veía bien.
Aquel paso por España fue la experiencia más desagradable de mi vida.

¿Tanto así?
-Claro, porque además me enteré que el seminario de administración municipal al cual iban comenzaría en tres días más.... Se suponía que ibamos a visitar distintos centros durante ese periodo pero nunca visitamos ningún lugar.

Ahí palpaste que el asunto tenía otro caríz, ¿Te sentiste arrinconado?
-Sí, ella fue bastante explícita.

¿Qué sucedió?
-Sólo voy a decir que no se cumplieron mis objetivos en Madrid.

¿Es cierto que Doña Vicki, a medianoche, fue a tu pieza?
-A ver, la única persona que pudo haber filtrado algún comentario de este tipo son las personas cercanas a la alcaldesa. Yo no fui. Lo único que puedo decir es que yo pedí a la señora alcaldesa que se retirara de mi habitación y ella lo hizo. Eso es todo lo que puedo decir al respecto.

¿Estaba bebida?
-No me voy a referir a eso.

¿Le rayaste la cancha nuevamente?
Pero ese no fue un rayado con tiza sino con troncos.

¿Qué hizo ella?
-Me volvió a jurar por personas significativas en su familia que esto no iba a volver a suceder, pero sucedió.

Fue una conversación larga.
-Esa noche la verdad para mí fue muy triste, por no decir patético, porque la señora en cuestión lloró toda la noche en la habitación contigua. Entonces, escuchar a una mujer llorar desconsoladamente, prácticamente toda la noche, no es algo fácil de digerir porque uno entiende que las personas requieren contención y nadie se la dio.

¿Te irritó que llamara a tu puerta a medianoche?
-Evidentemente, hay una mezcla extraña de sentimientos. En un país tan intrínsicamente machista donde si tu no accedes a ciertos requerimientos eres tildado de gay, es complicado.

¿Te insinuó, entonces, que eras gay?
-Me lo dijo.

¿En Madrid?
-Sí, me lo dijo allá.

Te preguntó ¿Marco Antonio, tú eres gay?
-No en esos términos tan diplomáticos.

¿Te trato, entonces, de maricón?
-No me voy a referir a eso. Pero insisto que en un país machista como este lo que ha ocurrido en Renca, con antecedentes en la Contraloría, se ha prestado para el morbo y no se ha tomado en cuenta que además de la acusación de acoso sexual existe una denuncia por despido arbitrario y también por menoscabo laboral del que también fui objeto.

En la prensa apareció un comentario de una suspuesta prima tuya que asegura que posees fotos indecorosas de la alcaldesa en España. ¿Es cierto?
-Es falso que exista un familiar mío que haya hecho este tipo de aseveraciones.

¿Y lo otro?
-_No me voy a referir a eso.

¿Tú escribiste el comentario a través de internet?
-No, ni nadie que me conozca.

¿Entonces?
-Yo no he hecho ese comentario. Lo niego rotundamente. Lo que si es efectivo es que tengo material que da cuenta de situaciones indecorosas en algún encuentro que se salió de casillas y se traspasaron ciertos límites. No estoy haciendo un juicio valórico pero así sucedió.

¿Esas evidencias están en la justicia?
-No me voy a referir a eso porque no tiene nada que ver conmigo. Habría que preguntarle a otras personas.

¿Luego del incidente de la pieza amenazaste con regresar a Santiago?
-Sin duda, por eso se generó una situación extraordinariamente tensa, desagradable, no sólo para mí, sino para todos. Después de ese incidente las relaciones se enfriaron de manera dramática. La señora alcaldesa volcó toda su frustración de lo que había sucedido conmigo con gente de la delegación. Les llamaba la atención a viva voz. Por eso tuvimos que hacer una especie de tregua.

¿En que consistió?
Estas personas me pidieron que yo tratara de intervenir. Ahí conversé nuevamente con la señora alcaldesa.

¿Y en qué quedaron?
-Que me iba a compensar. Me dijo que se quería reivindicar conmigo a traves de un viaje, que yo escogiera, a Roma o a París.

¿Era con dinero municipal?
-Ni idea, eso no me competía a mí.

¿Y qué le dijiste?
-Pensé que era un chiste. Yo no voy a ir ni a Roma ni a París, le dije. Ese viaje obviamente no se llevó a cabo. Al final llegamos a un acuerdo de que ibamos a viajar dentro de España en dos grupos.

¿Y en cual te tocó a ti?
-Tuve que ir con la alcaldesa a Toledo.

¿Solos?
-Sí.

¿Se quedaron allá?
-Nooooo, regresamos esa misma tarde.

Tuvieron tiempo para aclarar la situación.
Se conversó. Fue un viaje relativamente calmo. Me dijo que era una persona adulta, libre y que no tenía compromisos. En algun momento incluso me comentó que un médico y un sicólogo eran un perfecto complemento. Esos fueron sus argumentos.


DE REGRESO
¿Qué sucedió a la vuelta del viaje?
-Cuando llegamos a Santiago la comitiva estaba muy dividida. Me presenté el día correspondiente a trabajar en el centro y me encontré con varias sorpresas. En primer lugar me enteré que don Jaime Ulloa, el chofer de la alcaldesa, estaba al cargo del centro porque, según me comentó ella, era una persona idónea porque tenía bastante experiencia en trabajo comunitario.

¿Qué te pareció que la edil, doctora además, dejera a su chofer personal en tu reemplazo?
-Habría que preguntarle al ministerio del Interior, quien dispuso los fondos, si estaba al tanto del reemplazo del director. Entiendo que para ajustarse a derecho la señora alcaldesa debió hacer eso.

¿Respetó el rayado de troncos que venía de Madrid?
-Durante un periodo de tiempo la alcaldesa me dejó trabajar tranquilo pero igual me pedía que la acompañara a todos los eventos.

¿Es cierto que, a propósito de lo que ocurió en Madrid, la señora Vicky Barahona manifestó públicamente que eras un hombre de carácter?
-Eso lo puede corroborar cualquier persona que acudió a alguna actividad oficial. Ella decía que yo le había demostrado en Europa que era persona de carácter, capaz de levantar la voz enérgicamente.

¿Lo decía en tono picarón?
-No, más bien jocoso y coloquial.... Antes de viajar a España quedé como coordinador del programa Previene. Luego me enteré a través de un mail que era miembro del comité técnico municipal y más tarde del comité de bienestar donde me nombró su representante directo. Eran cargos que no tenían nada que ver conmigo.

¿Recibiste dinero a cambio por estos puestos?
-No, sólo recibía remuneración por la dirección del centro y el Previene.

¿No habrás pecado de ambicioso?
-No tiene nada que ver con ambiciones personales. Si fuera por eso yo estaba trabajando bien cómodo en mi consulta de Providencia. En mi caso más que ambición era un desafío. Al hacerme cargo del Previene, que por lo demás fue un concurso público, podía optimizar mejor los recursos e inyectarlos al centro de rehabilitación.

¿Aparte de estos nuevos cargos recibiste también regalos?
-Sí, claro, me llegaban de manera extraña sin motivo alguno. Si hubiera estado de cumpleaños se entiende pero no fue así. Primero recibí un lapicero que esta señora me dijo que era de oro con una tarjeta de la alcaldesa que decía “al hombre más maravilloso del mundo”.

¿También te regaló un reloj de brillantes?
-Sí, pero desconozco si eran verdaderos. Ademá, me regaló un libro sobre fotografías de Iglesias y algunos Cds, ambos con sus respectivas dedicatorias.

¿Usabas el reloj y la lapicera?
-No, eran regalos que no tenían nada que ver con mi personalidad. Aún así esta señora montaba en cólera si llegaba a una reunión con, por ejemplo, un lápiz bic. Ella justificaba los obsequios diciendome que una persona que ocupaba un cargo directivo en la municipalidad tenía que estar a la altura. Ella valoraba muchísimo la elegancia de las personas que la rodeaban.

Ella te enviaba mensajes de texto que están en la contraloría ¿Qué decían?
-Te amo, te amo, te amo.

¿Por qué terminaron por cerrar el centro?
Fue una sucesión de hechos, pero todo se desencadenó por un mal entendido. En fiestas patrias la alcaldesa, insiste en invitar a los residentes a una fonda sin alcohol. Un muchacho cuando ella llegó lanzó una broma por unos anticuchos y la alcaldesa entendió mal.

¿Pensó que le imputaban algo sobre el alcohol?
-_Exactamente. En ese momento me pidió que identificara a la persona y me pidió que lo echara inmediatamente. Le dije que todo era un mal entendido y me respondió que “cómo era posible que yo le hiciera caso a un vago muerto de hambre, a un drogadicto, y no a ella que era la alcaldesa”.

¿Tiene problemas con el alcohol la alcaldesa Barahona?
-No me voy a referir a ese tema.

Pero en el recurso de protección que interpusiste declaras que en muchas ocasiones la ibas a dejar a su casa en estado de ebriedad.
-...Efectivamente es así. En muchas oportunidades ella me exigía que la acompañara. Yo no la podía dejar botada en ese estado. Tenía que llevarla.

¿Alguna vez te acosó más allá de lo verbal?
-Cuando una persona le pide a su chofer que se retire porque otro funcionario la va a trasladar del municipio a su domicilio y se encuentra bajo los efectos del alcohol no siempre esas personas se quedan tranquilas en su asiento.

¿Hubo entonces tocaciones indebidas?
-Sin duda.

¿Por qué te echaron del municipio de Renca?
-Después de este primer incidente en la ramada mandaron a un funcionario municipal para que retirara las cosas del muchacho. Al día siguiente me llamó el señor Arenas para que nos reuniéramos en las parrilladas argentinas. Ahí me cuenta que estaba siendo objeto de seguimiento y que me cuidara.

¿Te estaba amedrentando?
-De verdad quiero pensar que él tenia interés que me cuidara y en ese momento así lo entendí.

¿Qué pasó después?
-Después de las fiestas me llaman avisándome que algunos chicos del centro, que trabajaban en un programa de empleo del municipio, habían sufrido un accidente automovilístico pero que no me preocupara porque estaban bien. Al cabo de una hora aparece en el centro un asistente de salud con un aparato para hacer un dopping. Era una orden de la alcaldesa. Media hora más tarde llega otro funcionario con dos oficios aduciendo que los residentes trabajadores estaban despedidos y que por orden de la alcaldesa los servicios de salud sólo podrían prestarnos sus servicios con una autorización previa de ella.

¿Te estaban echando la caballería encima?
-Lógico, primero me echaron del centro con decreto en mano y me trasladaron al portal de Los Ángeles, un centro para personas con discapacidad mental. Al día siguiente me nombran su director y dos días más tarde me echan también de allí. Luego, hacen lo mismo en las oficinas del Previene.

¿Finalmente te desalojaron?
Sí.

¿Qué te parece que el centro se haya cerrado?
Siento pena, mucha tristeza, porque jugó con los sueños y la esperanza de gente que confió en nosotros. Jóvenes, hombres y madres que pusieron en este proyecto toda su esperanza y esta señora de manera absolutamente arbitraria lo cerró y los echó a todos a la calle sin ninguna explicación. Por eso me duele tanto. Yo me pregunto qué piensa el Conace, el ministerio de Salud, y el ministerio del Interior al respecto. También me pregunto qué piensa la UDI. Mi desalojo del centro y el cierre del mismo se debieron a que no accedí a los requerimiento sexuales de la señora alcaldesa y por eso fui despedido arbitrariamente. Ese es el tema. Evidentemente, la UDI tiene que pronunciarse, al igual que como lo hizo con la píldora del día después y con la acusación a la ministra Provoste. A mí me preocupa que con este silencio probablemente estén avalando la impunidad de un delito como el acoso sexual.




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Acusaciones de abusos sexuales: “víctimas” y “denunciante” se retractan

Ernesto Vargas (25) y Rafael Cruz (34), los dos ex internos del centro El Tamarugal que la semana pasada aparecían -según el municipio- denunciando a Marco Antonio Grez por supuestos abusos sexuales, esta semana se desvincularon de cualquier acusación contra el sicólogo.
Los dos, contactados por The Clinic, señalaron no tener nada malo que decir de Grez. Y acusaron un montaje en contra del denunciante. Lo mismo hizo Miriam Silva, la ex manipuladora de alimentos del centro y que aparecía como la fuente que había comunicado la existencia de abusos sexuales por parte de Grez. La mujer, hoy, dice que fue un error y está arrepentida.
-A don Marcos nunca lo vi en nada raro. Yo con él tuve una relación como cualquier otro de los jóvenes que había en el centro. Él me dio confianza y me decía que tenía que enfrentar mis miedos. Era abierto a conversar, pero siempre estábamos separados por una mesa y conversando de lejos, nunca hubo un toque de mano ni una mirada rara. Siempre el tiempo era cortito para hablar. Los jóvenes en el centro lo querían porque era muy noble y transparente. Él se fue y se echó a perder el centro. Los jóvenes empezaron a consumir drogas y la cosa se empezó a chacrear -dice Ernesto Vargas, un joven que ha tenido recaídas en la pasta base desde que salió del centro.
Vargas cuenta que la alcaldesa Barahona siempre iba al centro y se quedaba hasta tarde. El día que se inauguró, dice, vio a Grez incómodo frente a la edil.
-Yo caché que don Marcos se la quería sacar de encima y le dice que bailáramos a mí y al Rafael. Y entre los dos nos pegamos un perreo con ella. A ella le gusta bailar, chacotear -dice.
Vargas siente que lo están utilizando.
-Usan mi nombre. No sé la intención, pero a lo mejor es con un fin económico. Están usando a personas vulnerables. Pueden decir que éste está mintiendo, que no sabe lo que dice porque está drogado.
Rafael Cruz también es tajante.
-Todo lo que sale en La Nación acerca de Marco Antonio Grez y que nos acosó a mí y a Ernesto es falso. Lo que pasó es que la tía Miriam, a la que tengo mucho aprecio, hizo un comentario sin fundamento y fue tergiversado desde el municipio. Todo es falso, un montaje.
Cruz, que vive con Miriam Silva y su marido, dice que la mujer se encuentra con tratamiento sicológico por la situación. Ella fue su tutora luego de salir del centro.
Al segundo mes de su egreso del centro,asegura Cruz, la municipalidad le dio dinero para arrendarse una pieza. Luego fue a vivir a la casa de Miriam.
Cruz defiende a Grez:
-Las acusaciones de homosexualidad son falsas. Él no es homosexual. Nunca se nos insinuó, ni a mí ni a nadie. Siempre fue una persona correcta que hacía bien su trabajo. Era muy cercano a todos, pero inventar esa pelotudez que era homosexual y que me acosó, es falso.
Para Cruz, la causa de todo es la pelea entre Grez y la alcaldesa. Él no quiere meterse en el circo pero considera obvio que quieren perjudicar al sicólogo.
Cruz tiene una explicación para lo que pasó con su tutora. Ella, cuenta, cuando salió del centro terminó con licencia por depresión y quiso conservar su trabajo en la municipalidad.
La mujer tiene una sorprendente versión de lo que ocurrió: dice que nunca hizo una denuncia contra Grez y que un día le pasaron un papel que firmó sin pensar ni leer mucho.
-A mí me llamaron a la biblioteca, donde trabajaba de administrativa, y de ahí a la oficina de Alejandro Niño de Zepeda (secretario municipal). Ahí me pasaron un papel; léalo, me dijeron, y fírmelo. Yo lo leí, pero no sé qué leí porque ahora me doy cuenta de la embarrá que hice -cuenta.
Siempre, asegura, le dijeron que lo que firmaba era para apoyar a la doctora Barahona.
En marzo, gente de la municipalidad la llevó a la Fiscalía Centro Norte. Recuerda que la revisaron los guardias, que esperó hasta que la llamaron y que la mujer que los atendió les dijo que no tenían pruebas y que no podía hacer mucho en contra del sicólogo Grez. Luego, ella se fue para su casa.
-Se imagina cuando leo el diario y veo ahí escrito folio tanto y toda la lesera. Yo no tenía idea qué huevá era esa. ¿Me entiende?
Así las cosas, no queda claro el destino de la denuncia presentada en marzo ante la fiscalía por el secretario municipal Alejandro Niño, cinco meses después de la salida de Grez del centro de rehabilitación. En todo caso, a comienzos de semana en Renca ya se hablaba de otros dos jóvenes que preparaban denuncias contra el sicólogo.
Ernesto Vargas cuenta que la tarde del martes lo visitaron los ex internos Luis Muñoz y Héctor Briones (este último, acompañado de su hermana, funcionaria municipal). Briones, dice Vargas, le habría pedido que testificara a favor de la alcaldesa y le habría dicho que Grez era pareja de un ingeniero agrónomo. Según Vargas, su ex compañero le habría contado que la alcaldesa le estaba consiguiendo trabajo a todos los jóvenes que alguna vez pasaron por el centro El Tamarugal.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin ánimo de juzgar al Sr. Grez, presiento que sin duda en algún momento le siguio el juego a la alcaldesa, y quizas su error fue haber participado en algún grado de él, en el momento que supo sus reales motivaciones, debió hacerse un lado y haberse retirado tranquilo a sus actividades personales. Sin duda no es algo que él haya buscado que pasará, pero la insistencia de la dama, debió ser motivo demás para no haberse inmiscuido con ella no desde la esfera emocional, y menos desde la profesional.
Por último los espacios laborales en donde el trabajo entre personas (equipos, duplas, comites, etc) es tan fuerte, se presta para este tipo de situaciones, sin duda que este hecho no es para nada una situación aislada en nuestro país.

Anónimo dijo...

Solo les quiero decir que la palabra es psicologo y no sicologo, ya que eso cambia su estrutura y por tanto su significado

Anónimo dijo...

un hombre no tiene memoria ,estas cosas de caguines no se hacen publicas.

Anónimo dijo...

Grandes verdades las que dice el psicólogo, que triste que Renca viva bajo la señora Barahona, que hace y deshace en la comuna, conozcan como es ella, una dictadora de tomo y lomo...