20080809

Por qué la iglesia defiende el lucro en la educación



La Iglesia participa en el debate educacional como un actor interesado sólo en el bien común. Pero esa no es la posición que le corresponde. La Iglesia, a través de una serie de establecimientos, recibe mensualmente cientos de millones de pesos que el Estado destina a la educación subvencionada, ¿Lucra con eso? Los datos no permiten afirmarlo, pero sí es claro que el modelo los ha hecho crecer -y expandir su doctrina- con el auspicio de fondos fiscales. Hace unas semanas el obispo Alejandro Goic defendió el lucro. Ojo que lo dice desde la institución que más se beneficia con el actual sistema.

Por M.R.A.


En Chile la Iglesia educa a más de 400 mil estudiantes. En las comunas pobres y de clase media de la Región Metropolitana, las familias optan mayoritariamente por sus colegios, pues es la única oferta frente a una educación municipal precaria y de mala calidad. Buena parte de los establecimientos de la Iglesia, además, muestran excelentes resultados en pruebas como el Simce, y cuentan con apoyo de numerosos empresarios, que les aportan computadores, canchas de fútbol, capillas.
El Estado ha sido clave en el crecimiento experimentado por la Iglesia como actor en el sistema educacional subvencionado. Si se multiplican esos 400 mil estudiantes por los montos que paga el Fisco por alumno (entre 30 y 50 mil pesos) la cifra que se obtiene es sideral. En varios países europeos el Estado también financia establecimientos católicos, pero eso tras garantizarles a los ciudadanos una educación pública de calidad y libre de doctrinas morales. En esos países la enseñanza religiosa es una alternativa, pero en Chile se está transformando en regla. Y la tendencia indica que, de aprobarse la LGE, la presencia católica se va a multiplicar. La institución, además, cuenta con aliados clave: tres ex ministros de Educación de la Concertación forman parte de directorios de fundaciones ligadas a ella y una corte de empresarios trabaja codo a codo con congregaciones como los Legionarios de Cristo, los jesuitas y el Opus Dei.
En el debate sobre el modelo de educación para Chile, la Iglesia es un actor interesado. Éstas son las principales fundaciones y personas a través de las cuales se ha convertido en el más importante sostenedor privado.

ARZOBISPADO: MÁS CLASE MEDIA QUE POBRES

La Corporación Educacional del Arzobispado, encabezada por el Vicario Juan Francisco Pinilla, administra directamente 9 establecimientos y tiene a su cargo alrededor de 6 mil 500 alumnos.
Esta institución nació a fines de los 70 y según la Iglesia responde a dos necesidades: organizar la administración de sus establecimientos y llegar a las familias de más bajos ingresos. En 2004, el investigador Claudio Almonacid (ver entrevista) analizó el nivel socioeconómico de la población que asiste a los colegios católicos y concluyó, sin embargo, que sólo un tercio pertenece a los grupos más vulnerables. Prueba de ello es que, según sus datos, casi el 50% de los establecimientos vinculados a la Iglesia y sus Congregaciones cobran a los padres un pago mensual (que se suma a la subvención estatal que reciben). Lo anterior hizo que Almonacid concluyera que “la Iglesia tiende a desarrollar su oferta educacional en los sectores de clase media”.
Periódicamente, la Vicaría para la Educación organiza talleres para los directivos de sus colegios. La idea es apuntalar el cumplimiento de una sola gran misión: “¡Anunciar a Jesucristo en el mundo de la educación!”.
En el sitio web de la Vicaría es posible encontrar también el material que se utiliza en estos talleres. La idea es que, a través de actividades grupales, directivos y profesores respondan “desde una mirada evangelizadora” interrogantes como las siguientes: ¿Cómo evangelizar mediante la ciencia? ¿Cómo evangelizar mediante el arte? Y que ensayen respuestas frente a situaciones extremas que les propone la Iglesia. Por ejemplo:
- Usted es directivo y le comentan sobre un docente que sería homosexual, ¿qué hace frente a eso?
- Un grupo de padres le pide que exponga sobre la píldora del día después, ¿cómo lo asume?
- Uno de sus alumnos le comenta que desea optar responsablemente por ser homosexual, ¿qué hace usted?

LA FUNDACIÓN QUE TRAE LUCAS: BELÉN EDUCA

En la página web de Belén Educa lo primero que llama la atención son los auspicios: Copec, Santander, Pizarreño, Arauco y Constructora Bío Bío.
Y es que Belén Educa, aunque depende del Arzobispado de Santiago, es una fundación de derecho privado, cuyo objetivo es levantar colegios y ponerlos en marcha. Además, como reza su sitio, “la fundación está facultada para emitir certificados de donación con fines educacionales”.
Actualmente, tienen 8 colegios (todos con nombre de ex cardenales y santos) y para la siguiente década los planes son construir un establecimiento por año ¿De dónde tanto entusiasmo? Los terrenos sobre los que levantan sus colegios son entregados en comodato por el Estado (se los presta por un tiempo determinado, generalmente varias decenas de años); han tenido buenos resultados (en menos de 10 años multiplicaron su matrícula) y, de aprobarse la LGE, el futuro se anuncia prometedor.
Belén Educa nació en 1999 por iniciativa de Jorge Cisternas, un empresario de bajo perfil dueño de la Constructora Bío Bío (firma conocida en el negocio de las viviendas sociales). Cisternas es conocido como un hombre de Iglesia: lo casó el fallecido Padre Hurtado, tiene 13 hijos, es amigo hace 20 años del Padre Montes, recibió la medalla de la Orden de San Silvestre, “la más alta distinción que la Santa Sede entrega a un laico”. Tras recibir este premio, la revista Hacer Familia alabó “su permanente preocupación por los más pobres”.
Otra muestra de la importancia de esta fundación es su directorio. Lo encabeza el Cardenal Francisco Javier Errázuriz y lo componen ejecutivos como Martín Costabal Llona (ex ministro de Hacienda de Pinochet, director de CMPC, empresas Pizarreño e Icare); Roberto Angelini Rossi (sobrino del fallecido Anacleto e integrante del grupo Antar Chile, que controla Copec); Canio Corbo Lioi (presidente de empresas Pizarreño y Watts) y Francisco Murillo (académico de la Universidad de Los Andes y muy ligado al grupo Santander). En la mesa directiva participan también figuras protagónicas de la actual discusión en torno a la LGE, como la ex ministra de Educación Mariana Aylwin. Otro ex ministro de Educación también es parte de la directiva, José Pablo Arellano, el actual vicepresidente ejecutivo de Codelco.
El objetivo de Belén Educa es “dar educación de calidad a niños y jóvenes de sectores populares”; y “entregar herramientas que permitan a sus alumnos romper con el círculo de la pobreza”.
Prima hermana de Belén Educa es la Corporación Aprender, cuyos valores se inspiran “en una concepción cristiana de la persona” y posee tres establecimientos, con alrededor de 3.000 alumnos. La organización es presidida por el ex ministro de Educación Sergio Molina y su directora ejecutiva es, nuevamente, la ex ministra Mariana Aylwin. Entre sus consejeros y fundadores aparece el citado Jorge Cisternas de la Fundación Belén Educa y hombres de empresa ligados a la DC, como Mario Pavón (gerente general de Sonda) y Juan José Santa Cruz (director comercial de Conosur Seguros y ex encargado de las finanzas de la frustrada campaña presidencial de Soledad Alvear). También integra esta institución Jorge Jiménez de la Jara, hermano de la actual ministra de Educación.

MATTE, GRASS, HURTADO E IZQUIERDO

Una particularidad del sistema chileno, dicen los estudiosos, es la creciente presencia de grupos empresariales, la mayoría de las veces asociados a congregaciones como el Opus Dei o los Legionarios. El caso paradigmático aquí es el de las escuelas Matte, la Sociedad de Instrucción Primaria que administra Patricia (hermana de Eliodoro y Bernardo) y que reúne 17 colegios y 17 mil alumnos. De acuerdo a la información de su página web, los colegios de esta familia no son estrictamente católicos, pues reciben familias de diversos credos y enseñan religión según las pautas del Ministerio de Educación. Ahora, para las fiestas de la Iglesia, “suelen llevar a los niños a la parroquia más cercana”, cuenta un funcionario.
Patricia Matte tiene su propio colegio beato: “Los Nogales”, fundado en marzo de 1991 en Puente Alto. Hoy estudian allí 1200 alumnos. Hasta sexto básico los cursos son mixtos y a partir de ese nivel y hasta cuarto medio, niños y niñas se separan. En su gestión diaria, “está el constante apoyo de los Hermanos y Sacerdotes de los Legionarios de Cristo”, reza el sitio web.
Al igual que la familia Matte, los Izquierdo Menéndez tienen su Fundación de la Santa Fe, que sostiene dos colegios: el “Espíritu Santo” de San Antonio (904 alumnos) y el “Espíritu Santo” de Talcahuano (734 alumnos). El presidente del directorio es Matías Izquierdo Menéndez y los directores sus hermanos Roberto, Gonzalo, Diego, Santiago y Vicente. Los Izquierdo Menéndez son 13 y mantienen inversiones en los sectores minero, forestal, pesquero, eléctrico, de telecomunicaciones, metalúrgico e inmobiliario. Son dueños, entre otras, de: Compañía Minera de Tocopilla S.A; Maderera Río Itata y Alimentos Marinos.
Eduardo Gras es otro de los empresarios que ha irrumpido con ganas en el negocio de la educación a través de la Corporación Emprender. Gras es controlador de la constructora Socovesa y cercano a la DC. Tanto, que la representante legal de sus establecimientos en la Región Metropolitana es Leonor Aylwin Oyarzún, hija de don Patricio y hermana de la ex ministra Mariana Aylwin.
En los momentos más álgidos de la discusión sobre los costos del lucro en la educación, Gras, que administra 5 colegios en total, sentenció: “el lucro para mí no es el tema, sino cómo hacemos para lograr que la calidad de la educación suba y los resultados mejoren”. Luego, cuando la Iglesia propuso un sueldo ético, no bajó la vista. “Lo comparto. Y creo que la Iglesia tiene que gritarlo fuerte. Cuando una compañía gana, el costo alternativo del capital invertido, el excedente, tienen que compartirlo con los trabajadores”, afirmó.
Por último está el Colegio Monte Olivo, del grupo Consorcio, cuya sede se ubica en Puente Alto. El establecimiento fue creado en marzo de 2002, educa a 800 alumnos y es financiado por la Fundación Consorcio Vida. Su representante legal es Carlos Larraín Peña, presidente de RN, quien a su vez forma parte del directorio de Consorcio: el mayor conglomerado de servicios financieros no bancarios de Chile. Entre los dueños de este imperio figuran Carlos Hurtado y Eduardo Fernández León, este último conocido empresario ligado al Opus Dei.

ALMENDRAL Y NOCEDAL

Ambos colegios son un mito en la población El Castillo de La Pintana. Edificios buenos, como de escuela gringa; salas de clase grandes; baños en buen estado; canchas de fútbol con pasto de colegio privado; coro; tenis; atletismo; rugby. En una línea: The Grange School en el lugar más pobre y de mayor riesgo social de Santiago. El milagro tiene una explicación: “la asistencia espiritual está encargada a la Prelatura del Opus Dei”.
Nocedal es el colegio de los hombres y Almendral, el de las mujeres. Ambos suman casi dos mil alumnos y en los Simce arrojan resultados superiores a la media nacional. Además, el programa de estudios contempla una exigente formación técnico-profesional, de manera que los alumnos egresen con especialidades contables o eléctricas.
En el directorio de la Fundación Nocedal es posible encontrar dos rostros símbolo del Opus en Chile: Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores, y Alberto Ureta Álamos, director de capacitación de la Cámara Chilena de la Construcción.



CLAUDIO ALMONACID, DOCTOR EN EDUCACIÓN DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA

“Como en el siglo XIX, la iglesia no quiere que el estado controle la educación”




Claudio Almonacid es uno de los que más ha investigado las características y problemas de la educación particular subvencionada en Chile. Actualmente dirige el Programa de Magister en Educación de la Universidad de Santiago y fue uno de los 13 expertos invitados por la Unicef y la Universidad de Chile a participar en el libro “La agenda pendiente en educación”, lanzado a comienzos de este año con la idea de “aportar en el diseño de políticas educativas que garanticen calidad”.
El tema de Almonacid en esa publicación fue “La educación particular subvencionada como cooperadora del Estado”. Allí explica que en los pocos países donde funcionan mercados educacionales similares al modelo chileno (Reino Unido, Holanda, Bélgica y España), el lucro fue prohibido y hay férreas exigencias a los privados para garantizar la calidad.

-Al ver lo que ocurre en otros países, ¿qué le llama la atención del modelo chileno?
-La evidencia internacional muestra que no existe ningún país con la apertura del sistema chileno para crear y mantener colegios. En los países que tienen actores privados subvencionados existen amplias regulaciones estatales porque se trata de recursos públicos. Los requisitos para ingresar al sistema son múltiples. Además, está expresamente prohibido el lucro y la participación privada tiene un plazo finito renovable.

- En el sistema subvencionado chileno tiene un gran peso la Iglesia, ¿qué opina de su influencia?
-Este sistema promueve que cada escuela tenga su proyecto educativo y es absolutamente legítimo que la Iglesia intente difundir entre los niños sus creencias religiosas. Además, la Iglesia por definición trabaja con los sectores populares. Pero también hay algunas críticas: la primera es que selecciona estudiantes en función de los criterios que la escuela ha definido. O sea, la Iglesia no elige a los niños cuyos padres no están casados; o les pide que estén bautizados y eso es un problema cuando se hace con dinero público. Segundo, no es tan cierta la afirmación de que trabajan con sectores populares. Lo que la estadística muestra es que la Iglesia trabaja con la clase media, pues son sus colegios los que cobran financiamiento compartido. Y el otro tema es el lucro. A comienzos de julio el obispo Goic declaró que valoraba el lucro y consideraba legítima la ganancia. El tema es que él es el presidente de la Conferencia Episcopal y en plena discusión legislativa de la nueva ley de educación está diciendo que es legítimo lucrar con las platas del Estado en esta área...

- Los colegios de la Iglesia o ligados a ella vía fundaciones ¿lucran? ¿Hay datos que avalen eso?
- No hay ninguna información al respecto.

- Pero usted, tras analizar los datos, cree que sí lucran.
- Sí, porque por un lado están las cuantías de la subvención, es decir, cuánta plata se genera. Y ahí tienes ejemplos como el de la Fundación Piamarta, que tiene 12 mil estudiantes (ver tabla). Eso es mucho. La Universidad de Santiago, por ejemplo, tiene 18 mil alumnos y la UMCE alrededor de seis mil. Imagínate lo que es recibir mensualmente plata por todos esos alumnos. Son miles de estudiantes en jornada escolar completa, un monstruo. Luego tienes otros temas, como el de la ley de donaciones con fines educacionales. En el caso de la Fundación Belén Educa, por ejemplo, ésta trabaja con terrenos del Estado entregados en comodato al Arzobispado; y en paralelo tienes empresas como Santander y otras que le hacen donaciones. Además, la fundación recibe subvención y financiamiento compartido. Entonces, ¿cuál es la opción preferencial por los pobres? ¿cuánto lucro existe en esto?

- ¿La Ley general de Educación (LGE) que hoy se discute en el Congreso no resuelve estos temas?
-Hay un avance en dos áreas: por un lado se plantea el giro único. Es decir, los sostenedores tienen que dedicarse exclusivamente a Educación. También se propone que haya un registro de sostenedores. Eso hoy no existe y no sabemos claramente quiénes son y qué redes establecen entre ellos. Ahora, la LGE no prohibe el lucro, no lo dice expresamente. Y ese tema es fundamental. Yo creo que si la Iglesia lograra decir que condena el lucro; que considera que la educación es un derecho que puede ser desarrollado de manera colaborativa con los privados a condición de que no se lucre con los recursos públicos cambiaría bastante el escenario.

-¿Por qué?
-Porque aquí hay una confusión entre la libertad de enseñanza y la libertad de empresa. Esos dos conceptos están yuxtapuestos. Entonces la Iglesia por defender su legítimo derecho a administrar colegios y transmitir su pensamiento, acepta que otros hagan negocio. Eso, porque le teme al adoctrinamiento que el Estado puede hacer. Ésta es la misma discusión que se produjo a fines del siglo XIX y comienzos del XX, a raíz de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria. En ese entonces la Iglesia se opuso pues no quería que el Estado controlara la educación. La Iglesia en este tema es parte, es el tercer actor dentro de la administración de los subvencionados.

-De aprobarse la LGE, ¿cómo cree usted que va a evolucionar el mercado de la educación? La Iglesia ¿va a crecer más?
-El tema hay que analizarlo desde la siguiente perspectiva: como los requisitos de ingreso para ser sostenedor en Chile son mínimos, han aumentado de manera astronómica los sostenedores. Por otro lado, la cantidad de niños que asiste al sistema escolar ha disminuido, producto de la baja natalidad. Entonces se está produciendo algo parecido al sistema de buses amarillos. Hay tantos operadores que el negocio dejó de ser rentable. Entonces los sostenedores necesitan que el Estado de alguna manera les regule el negocio. ¿Qué va hacer el Estado? A través de la LGE, si es que se aprueba, se van a establecer más criterios de acceso y permanencia. Y en ese proceso ganan los grandes. La LGE va a legitimar el monopolio. Los grandes sostenedores se van a comer a los pequeños, que son escuelas antiguas que se crearon en los 80, fundamentalmente empresas familiares. Ese subsector hoy está en peligro. Los sostenedores grandes se van a comer a esos colegios.

-¿Hay muestras de ese proceso?
-Un ejemplo es el proyecto de la Universidad Católica, EducaUC, que está comprando colegios subvencionados. Yo creo que vamos hacia un modelo de consolidación de grandes sostenedores, dentro de los cuales la Iglesia es un actor. Además, la LGE dice algo extraño: plantea una reestructuración del funcionamiento del sistema escolar. Hoy éste funciona con enseñanza básica de primero a octavo, y luego media de primero a cuarto. Bueno, la LGE, a propósito de nada, plantea que la enseñanza básica va a ser de primero a sexto y la media de seis años también. Pienso que esta modificación lo que hace es aumentar los recursos, porque al trasladar a los niños de básica a media, eso tiene un valor de subvención más alto.

- ¿Qué ocurre finalmente con un modelo así? ¿Qué tipo de sociedad se construye?
-En Chile no tenemos un sistema educacional, sino cuatro: el pagado, el subvencionado, el subvencionado con financiamiento compartido y el municipal. Y estos cuatro subsistemas van en paralelo, desde el kinder hasta la universidad. La gente se mueve por estos carriles de manera separada. Entonces lo que estamos construyendo es una sociedad de guettos, donde la gente no se junta. El mensaje es la separación. Ahora ¿a quién perjudica esto? A los pobres sin duda. Pero lo que la elite no ha visto es que el modelo educativo actual también les entrega mala educación a ellos, porque las escuelas privadas son carísimas y tienen malos resultados cuando se los compara con la educación pública de países como Cuba o las naciones desarrolladas de Europa, ¿Qué están pagando entonces? Segregación.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo voy en un colegio catolico, perteneciente a la Fundacion Juan Piamarta, cada nivel tiene 12 cursos, y este año incluyeron uno más, excusandose de que hay que recibir a las personas como sean, pero esos COMO SEAN, son delicuentes y ladrones, para que hablar de disiciplina. Y cualquiera que alegue SE VA, explicaciones para que.

Anónimo dijo...

interesante articulo!! me hace reflexionar y pensar en la pelicula "the wall",,, las factorias de mediocres,, romped los vitrales!!!quemad vuestros pupitres!!!linchad y lapidad al fariseo que amolda sus mentes y las usa como moneda de cambio!!!!!todo patrocinado por el montruo del aparato estatal-burocratico que ve perpetuado el modelo de ignorancia para satisfacer la bacanal que se han procurado devorarse!!!!!!.........

Anónimo dijo...

¡Optar por ser homosexual!

Anónimo dijo...

Lamentable lo que sucede en esta llamada "Crisis de la Educación". Yo trabajé en los dos sistemas: particular subvencionado (Un Colegio Jesuíta) con clara preferencia por alumnos del sector classe media para arriba y si algún alumno presentaba problemas emocionales, conductuales o de rendimiento; simplemente se tiene que ir. Así se trabajaba con lo mejor, incluída su familia y en Municipal tienes que recibir lo que sea. El niño está protegigo por sus derechos y la familia olvida sus deberes. Doy fe de que los profesores municipales trabajan con lo que los colegios particulares y de la Iglesia desechan. Además, el objetivo de la Concertación, principio que viene desde la Dictadura, y con mayor razón el Gobierno de Derecha, es pepetuar el modelo privado de educación. Finalizando: unos pocos se educarán para ser los patrones y una mayoría para ser la mano de obra barata. La Iglesia usa la educación para propagar su culto a Dios y Jesús y no le importa los medios. Por favor, no seamos ingenuos: ¡Revisen la historia de la Santa Iglesia Católica desde sus origenes y conocerán las atrocidades que ha hecho en nombre de Dios! Para que hablar de la Pedofilia entre los sacerdotes o el envío de Nazis a América vía Vaticano, previo pago, el silencio ante el holoausto judio,los miles de muertos, asesinados y quemados por la Santa Inquisición, etc. y podría seguir y seguir, pero tengo que comulgar con ruedas de carreta.